La industria financiera está experimentando una ola de innovación.
La tecnología tiene el potencial de transformar la forma en que las personas realizan transacciones financieras y mejorando la eficiencia del sistema.
Asunción (Paraguay), 12 oct. (PLUS).- La tecnología está transformando la forma en que las personas realizan transacciones financieras. Cada vez más, los consumidores prefieren usar canales digitales para realizar pagos, transferir dinero, invertir y ahorrar.
La industria financiera está experimentando una ola de innovación. Las fintech están desarrollando nuevas tecnologías y productos que están cambiando la forma en que las personas interactúan con el dinero. Así mismo, está ayudando a cerrar la brecha de acceso a los servicios financieros en la región.
América Latina se abre camino hacia la revolución financiera digital, según los datos recientemente publicados por Statista Consumer Insights.
La macroencuesta realizada en seis países de la región, un promedio de 38% de los encuestados visualiza un futuro cercano realizando transacciones financieras de forma 100% digital.
Entre estos 6 países, Brasil lidera esta tendencia con un 47% de los encuestados a favor de abrazar completamente las transacciones financieras digitales. Seguido se encuentra Argentina con un 40%.
Los demás países encuestados que también están avanzando hacia esta transformación son encuentran Colombia (39%), Chile (37%), Perú (37%) y México (30%) que están considerando el futuro 100% digital en las transacciones.
El mercado y el entorno financiero se enfrentan a la disyuntiva de adaptar su oferta a las expectativas de los clientes o perderlos por completo. Los usuarios, por otro lado, se enfrentan a una nueva realidad y esperan experiencias digitalizadas, personalizadas y asistencia las 24 horas del día.
Sin embargo, todavía existen algunos desafíos que deben abordarse para que el futuro financiero en América Latina sea 100% digital. En primer lugar, algunos países de la región no poseen una infraestructura de telecomunicaciones eficiente, que puede dificultar la adopción de servicios financieros digitales.
Así mismo, algunas personas no confían en los servicios financieros digitales, lo que puede deberse a la falta de conocimiento sobre dichos servicios o a preocupaciones sobre la seguridad.
A pesar de estos desafíos, es probable que el futuro financiero en América Latina sea cada vez más digital. La tecnología tiene el potencial de transformar la forma en que las personas realizan transacciones financieras, proporcionando acceso a servicios financieros a más personas y mejorando la eficiencia del sistema financiero.
¿QUÉ PASA CON PARAGUAY?
Para lograr rediseñar el sector financiero -uno de los pilares del crecimiento económico de Paraguay- y transitar un futuro 100% digital, se requiere de un enfoque disruptivo, así como de un profundo conocimiento del mercado que permita aprovechar las nuevas tecnologías en beneficio de todos los actores involucrados.
“El país actualmente cuenta con un bajo nivel de bancarización y una población joven con acceso a tecnología que va integrándose a la actividad económica. Esto genera una gran oportunidad para potenciar servicios tradicionales que pueden ser prestados de manera digital para atender a este nuevo segmento de mercado”, destacó José Britez, CEO de Itaú Unibanco.
Las entidades financieras han reconocido que la digitalización es parte fundamental de su negocio y estrategia. El sector desempeña un papel crucial y contribuye significativamente a la estabilidad.
Inicialmente, las fintech lideraron el mundo de las transacciones y pagos digitales en Paraguay, pero la banca tradicional sigue invirtiendo en desarrollo e innovación para reducir esta brecha. Esto genera beneficios para el mercado, ya que existe competencia y colaboración entre ambos, aprovechando las fortalezas y oportunidades de cada modelo de negocio; además de impulsar una transformación y mejora continua de la banca y los servicios financieros.
Entre las acciones impulsadas por algunos bancos en Paraguay, la atención en línea 24 horas, los microcréditos que pueden ser tomados de manera online y han permitido a los paraguayos, acceder a créditos de forma más rápida y sencilla. Así como, el desarrollo app y web más amigables y de fácil utilización para los usuarios.
A la opinión de Hernando Lesme, director gerente general de Banco Atlas, “En términos de digitalización completa, Paraguay aún tiene camino por recorrer. Sin embargo, un enfoque mixto entre lo digital y lo presencial es muy efectivo para el país”.
Aunque la banca tradicional y las fintech conviven de manera complementaria, ya que apuntan a segmentos con necesidades diferentes, pero similares en su naturaleza; en Paraguay, todavía se utilizan prácticas convencionales como el uso de dinero en efectivo y cheques, lo que indica que la digitalización completa de la banca aún está lejos de ser alcanzada.
“A medida que se generen sinergias que den lugar a productos innovadores y se promueva la competencia para impulsar la inclusión financiera, la brecha se reducirá”, manifestó por su parte Rodrigo Ortiz, director de Banco Continental.
Aunque se ha logrado avances significativos, todavía hay espacio para seguir avanzando hacia una banca completamente digitalizada. Gracias a las nuevas tecnologías y a la regulación adecuada, impulsada por el Banco Central del Paraguay, se avanza rápidamente hacia una mayor bancarización digital.
Según un informe de la Cepal, Paraguay tiene uno de los índices más bajos de descarga de aplicaciones de servicios financieros en la región, solo un 0,6%. Por esta razón es indispensable que el sector financiero complemente este enfoque mixto con una sólida campaña de educación financiera.
La banca está cada vez más receptiva a las soluciones ofrecidas por las fintech y está abierta a la posibilidad de establecer alianzas en este sentido. La digitalización completa de la banca es un camino en progreso.
El desafío de Paraguay se basa en construir el futuro de la banca a través de canales y soluciones digitales disruptivas que permitan la bancarización de todas las personas y su acceso a productos y servicios financieros de interacción fluida, rápida y acordes a las necesidades. Esto conducirá a la integración financiera de estas personas preparándolas para un futuro mucho más digital.





