São Paulo, 22 oct (EFE). – Brasil mantiene su apuesta en la producción y uso de los biocombustibles como parte «fundamental» en el proceso de transición energética en el que se ha empeñado el país, señalaron dos entidades del Gobierno que forman parte del proceso.
«Además de preservar las selvas y el Pantanal, una transición energética segura se da también a través de los biocombustibles», afirmó a EFE Floriano Pesaro, director de Gestión Corporativa de la agencia de promoción de inversiones y exportaciones ApexBrasil.
El director de la agencia estatal, que participó esta semana en el I Foro Latinoamericano de Economía Verde organizado por la Agencia EFE en São Paulo, aseguró que «el etanol, por ejemplo, es renovable y no hay duda de él, porque alimenta una cadena productiva enorme».
Sobre el mismo asunto, Clenio Pillon, director ejecutivo de Investigación e Innovación de la estatal empresa brasileña de pesquisa agropecuaria (Embrapa), destacó el avance del país suramericano en materia de biocombustibles en las últimas décadas.
«Tenemos un dominio muy grande de tecnología y proceso de producción, con caña de azúcar para el etanol y con biomasa, residuos de fritura y aceites vegetales para el biodiesel», comentó a EFE Pillon, quien también fue conferencista del foro medioambiental.
Para el investigador, Brasil necesita «expandir ese conjunto de materias primas no solo para combustibles verdes sino también como fuente para otras energías limpias».
El avance de los «combustibles verdes», agregó Pillon, debe también alcanzar a corto plazo al sector aéreo.
«Tenemos la grasa animal y diferentes matrices de la biodiversidad brasileña que pueden dar una oferta mayor de bioinsumos con ganancias ambientales», resaltó el especialista.
La «economía circular», con «viabilidad logística», permitirá una «agenda de combustibles verdes, de segunda generación, con ventajas favorables y un papel multifuncional de la agricultura», que tendrá una misión más allá de «la seguridad alimentaria», completó.
En ese sentido, Pesaro coincidió que Brasil, además de su liderazgo en biocombustibles, es «un país con ventajas desde el punto de vista de matriz de energía limpia, con hidroeléctricas, solar y eólica y generación de crédito de carbono».
La ApexBrasil, citó el director, busca «privilegiar empresas que se encuadren en la perspectiva del ISG (índice de satisfacción general) y respeten la legislación en términos de logística reversa, la menor generación de contaminación».
«Vamos a incentivar a las pymes, estimular y privilegiar la exportación y atraer más inversiones», que serán «desconcentradas» de las regiones Sur y Sudeste, las más ricas del país, y llevadas a las del Norte y Nordeste, detalló Pesaro.
No obstante, el representante de la agencia consideró que «cuidar del medio ambiente no es suficiente» y en el proceso de transición energética «justa» se tiene que considerar la «desigualdad de raza y género» y el acceso a servicios básicos como la «educación y salud».
«Brasil es la gran alternativa para producir bien, barato y reduciendo las emisiones de gases, por tener una matriz energética limpia», comentó también a EFE Clarissa Alves Furtado, gerente de Competitividad de ApexBrasil.
De acuerdo con Furtado, ese proceso requiere «inteligencia y recolección de datos», en una «articulación» de los organismos del Gobiernos, el sector privado, las universidades y la sociedad civil para atender las «necesidades de los mercados internacionales».
El foro reunió a entidades gubernamentales, del sector privado, académicos y representantes de la sociedad civil está patrocinado por ApexBrasil y la empresa AkzoNobel; y contó con el apoyo de la Cámara Española de Comercio en Brasil, Iberia y Telefónica. EFE