Santiago Peña desea que negociaciones con Brasil sobre Itaipú dejen legado a futuras generaciones

En la foto: Lula da Silva, presidente de Brasil y Santiago Peña, presidente de la República del Paraguay

Asunción, 26 (EFE). – El presidente de Paraguay, Santiago Peña, confío este jueves en que las negociaciones que su país emprenderá con Brasil sobre la revisión de uno de los anexos del tratado fundacional de la represa de Itaipú dejen un «legado para las futuras generaciones».

«De eso se trata una negociación, que sea un éxito para ambos y que dejemos un legado para las futuras generaciones», expresó Peña en una conferencia de prensa desde la residencia presidencial, también conocida como Mburuvicha Róga o casa del líder, en guaraní.

Paraguay y Brasil tenían previsto comenzar este miércoles 25 de octubre en Brasilia las conversaciones sobre el Anexo C, en una reunión que fue pospuesta para fecha aún por definir.

Consultado sobre la razones del aplazamiento de la cita, que estaría encabezada por él y su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva, Peña apuntó, entre otras, a razones médicas por parte del líder brasileño.

«El día lunes nos enteramos que él (Lula) había caído con un cuadro gripal y esto, obviamente, no era una buena señal. Entonces sus médicos pidieron que él no tenga contacto con reuniones amplias», añadió.

Asimismo, indicó que la fecha «no coincidía» con la agenda del canciller de Brasil, Mauro Vieira, quien -aseguró- asistió en Nueva York a una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Peña dijo que la suma de «varias cosas» obligó entonces a posponer este encuentro.

Sin embargo, aseveró que existe un «diálogo fluido» con Brasil.

«Tenemos un excelente relacionamiento a todos los niveles», insistió.

Según el Tratado de Itaipú, Paraguay y Brasil deberán revisar las disposiciones del Anexo C -que aborda las bases financieras y la prestación de servicios de electricidad de la represa-, pasados 50 años de la entrada en vigor de este documento, plazo que se cumplió el pasado 13 de agosto.

El Anexo C prevé que Paraguay y Brasil tienen derecho al 50 % de la energía generada por la represa, pero establece que, si una de las partes no utiliza toda su cuota, tiene que vender el excedente al otro socio a precios preferenciales.

Paraguay reivindica desde hace años una modificación de este apartado, al considerar que vende su excedente de energía a Brasil a un precio muy inferior al del mercado y que podría exportarlo a otros países a valores más competitivos. EFE

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