Fráncfort (Alemania), 23 nov (EFE). – Algunos miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) están a favor de dejar la puerta abierta a más incremento de las tasas de interés en la zona del euro, aunque todos estuvieron de acuerdo en dejarlos inalterados a finales de octubre.
Así se desprende de las actas de su reunión de política monetaria del 25 y el 26 de octubre, que el BCE publicó este jueves, y que reflejan los debates que llevaron a la entidad monetaria a mantener los tipos de interés en el 4,5% después de diez subidas consecutivas desde julio de 2022.
El BCE se mostró confiado en que el actual nivel de los tipos de interés era suficientemente restrictivo y por ello pudieron mantenerlos y tomarse un tiempo para evaluar las perspectivas de inflación y la evolución de la subyacente.
Pero «algunos miembros (del BCE) argumentaron a favor de dejar la puerta abierta para una posible subida más de los tipos de interés», que dependerá de los datos económicos, según las actas de la reunión.
Aunque los tipos de interés se mantuvieron en la reunión de finales de octubre, algunos miembros consideraron que el BCE debería estar preparado «para subir más los tipos de interés en caso necesario, incluso, si esto no era parte del escenario base actual».
En la reunión se enfatizó que «el Consejo de Gobierno tenía que ser persistente y vigilante».
«La persistencia se vio esencial para llevar la inflación al 2 % a medio plazo» junto con la perseverancia y paciencia porque pueden surgir nuevos impactos para la economía, añaden las actas.
«La vigilancia implicó que mientras el Consejo de Gobierno tenía que evaluar la efectividad de sus medidas y reconocer el progreso que habían hecho, debía evitarse un exceso de confianza y complacencia en vista de posibles nuevos desafíos que podrían estar por venir hasta que la inflación vuelva al objetivo», dice el documento.
LA INFLACIÓN HA LLEGADO AL MÁXIMO
El Consejo de Gobierno del BCE está convencido de que la inflación ya ha llegado al máximo y que prosigue el proceso de desinflación como espera, por lo que logrará que la inflación llegue al objetivo del 2 % en 2025.
La mayor parte del efecto de amortiguación de las subidas de los tipos de interés sobre la inflación se producirá los próximos dos años y dependerá de las subidas salariales, de la política presupuestaria y de los riesgos geopolíticos, factores donde hay mucha incertidumbre.
El Consejo de Gobierno está de acuerdo en que la inflación subyacente, que descuenta la energía y los alimentos porque son más volátiles, ha superado ya su máximo y continuará bajando.
No obstante, las proyecciones de inflación a largo plazo superan el objetivo del BCE.
HA AUMENTADO LA INCERTIDUMBRE SOBRE LA ECONOMÍA
El Consejo de Gobierno del BCE está de acuerdo en que la economía de la zona del euro es débil y que las perspectivas económicas han empeorado.
También consideró que «la incertidumbre sobre las perspectivas económicas había aumentado» en comparación con la reunión en septiembre por el conflicto en Oriente Medio.
La débil demanda externa y unas condiciones financieras más severas por las subidas de los tipos de interés frenan las inversiones y el consumo en la zona del euro.
«La economía va a seguir débil probablemente en lo que queda de 2023» pero los datos apuntan más a un estancamiento que a una recesión profunda, dicen las actas.
EL CONFLICTO EN ORIENTE MEDIO Y LOS MERCADOS DE MATERIAS PRIMAS
El BCE muestra en las actas que está preocupado por «los acontecimientos en Oriente Medio, que podrían crear impactos en la oferta de energía que, como en los años 70 del siglo pasado, tendrían consecuencias negativas para el crecimiento y la inflación en todo el mundo».
Hasta ahora, la reacción inmediata de los mercados a la dramática situación en Oriente Medio tras el ataque terrorista de Hamás a Israel el 7 de octubre ha sido contenida.
Las subidas de los precios del petróleo debido al conflicto han sido por el momento limitadas. EFE