Las cuentas de Airbus en 2023, marcadas por las dificultades de sus negocios espaciales

Toulouse (Francia), 15 feb (EFE).- Los resultados de Airbus en 2023 quedaron marcados por las dificultades de sus negocios espaciales, con una provisión de 600 millones de euros por los satélites y una cadena de incidentes y retrasos del nuevo cohete Ariane 6, que no se estrenará hasta mediados de 2024.

Esa provisión, que pesó mucho en la caída del 11 % del beneficio anual a 3.789 millones de euros del grupo europeo, estuvo relacionado sobre todo con su programa OneSat de satélites de telecomunicaciones, reconoció el consejero delegado, Guillaume Faury, en la presentación de las cuentas anuales este jueves.

Faury explicó que tenían unas estimaciones sobre los costos más optimistas que lo que la realidad ha demostrado, que esas evaluaciones se tenían que equilibrar y que el negocio espacial está bajo fuerte presión.

Pero puso el acento en que, pese a todo, el pasado año se consiguió una importante cartera de pedidos y en que el programa de OneSat es «fantástico».

El hecho es que el resultado neto operativo de la división de defensa y espacio se desplomó en términos ajustados un 40 % a 229 millones de euros, cuando todas las demás (aviones comerciales y helicópteros) mejoraron sus cifras.

EL RETO DEL ARIANE 6 ES SALIR AL MERCADO

Por lo que respecta al Ariane 6, Faury hizo hincapié en que ahora «el principal reto es llegar con éxito al mercado», es decir realizar con éxito el primer vuelo que se ha tenido que aplazar sucesivamente y ahora está programado en una ventana que va del 15 de junio al 31 de julio de 2024.

Preguntado por los desafíos que se presentan a esa lanzadera teniendo en cuenta la fulgurante actividad de su competidor, el operador estadounidense Falcon X del magnate Elon Musk, el responsable ejecutivo de Airbus afirmó que está convencido de que el Ariane 6 «será un éxito cuando entre en servicio».

Una vez que eso ocurra, la prioridad -añadió- será aumentar la cadencia de producción para responder a los contratos que ya se han conseguido para la puesta en órbita de satélites, y con los que no se ha podido cumplir hasta ahora por los retrasos.

A más largo plazo, Faury indicó que es más difícil hacer predicciones, pero quiso hacer notar que Space X se beneficia de «enormes» contratos institucionales que le ha atribuido el Gobierno de Estados Unidos.

El Ariane 6, fabricado por ArianeGroup, una filial a partes iguales de Airbus y el francés Safran, debería haber realizado su vuelo inaugural en 2020 para así llevar a cabo una verdadera transición sin ruptura con el cohete europeo de la generación precedente, el Ariane 5, que hizo su última misión en julio de 2023.

Pero diversos problemas técnicos, industriales y políticos han conducido a repetidos aplazamientos, de forma que tras su vuelo inaugural en verano, el primero realmente comercial no se podrá llevar a cabo hasta finales de 2024 en el mejor de los casos.

El programa industrial prevé realizar más adelante entre 9 y 10 vuelos cada año, sabiendo que por ahora tiene ya en cartera pedidos para 28 lanzamientos.

Frente a eso, el Falcon 9 de Space X llevó a cabo 96 misiones sólo durante 2023 e incluso la Comisión Europea ha tenido que recurrir a sus servicios para poner en órbita satélites de su constelación Galileo porque ArianeGroup no tenía nada qué ofrecerle. EFE

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