Chile es la segunda economía de ingresos medios más dependiente de las exportaciones

Una de las recomendaciones de expertos es aumentar los embarques a los países de la región donde la canasta está más diversificada.
La dependencia de las exportaciones hacia China y el temor a que Chile sufra de la llamada “enfermedad holandesa” han protagonizado en muchos casos los debates sobre la salud de la economía nacional. Las dudas sobre el impacto que podría tener en la economía una posible caída continuada del mineral también han sentado precedente.

Consultado por DF, Pankaj Ghemawat, profesor del IESE de la Universidad de Navarra y de Harvard Business School, concluye que Chile es el segundo país de ingresos medios del mundo, esto es, con un PIB per cápita superior a US$ 10.000 con una economía más dependiente: sólo Venezuela adelanta a Chile.

Para la conclusión se han incorporado los factores de dependencia a un producto y a un país con datos en 2012. En este caso, la elevada relación entre las exportaciones de cobre a China con respecto al PIB. Es más, al comparar esta dependencia con respecto a los envíos de otros países de Sudamérica a mercados externos, Chile encabeza el primer lugar en el porcentaje que representa las exportaciones totales de cada país a China con respecto al PIB, un 7%. Asimismo, las exportaciones al conjunto del mundo suman el 29% del PIB del país.

En Perú, las exportaciones conforman el 23% del PIB, en tanto que a China suman el 4% y a EEUU, 3%. Por encima de este nivel de dependencia sólo se encuentra Ecuador, cuyos envíos equivalen al 30% del PIB, y Bolivia, donde significan el 40%, pero es importante recalcar que estas dos economías poseen un PIB per cápita inferior a Chile. En tanto, al analizar el volumen de exportaciones del principal commodity de cada país latinoamericano hacia China, Chile vuelve a ser el más dependiente, al presentar sus envíos de cobre y manufacturas del mineral un 4% del PIB, seguido de Perú, cuyos envíos de combustibles minerales representan un 3% de su Producto.

Las cifras también arrojan, en cambio, que países como Colombia, Bolivia o Ecuador son aún más dependientes en sus envíos a EEUU. Sin embargo, estos mercados entran en la categoría de “países pobres”, los que, en general, suelen presentar una fuerte dependencia de un producto y un país receptor específico, sostiene.

Ante la evidente dependencia de Chile de los envíos de un producto hacia un único mercado, Ghemawat se plantea si es posible mejorar el nivel de ingresos por persona apoyándose sólo en un único sector y avisa del peligro de esta escasa diversificación. “Los precios de commodities están muy pendientes de los mercados mundiales. Aunque es verdad que Chile ha utilizado muy bien los ingresos de las exportaciones de cobre, si Chile quiere continuar mejorando, con esta dependencia sobre la economía, la única manera de mejorar el PIB per cápita es si el precio del cobre continúa subiendo, pero esto me parece muy improbable”, razona.

Estrategia arriesgada


Si bien aclara que no es negativo que el país se dedique a la exportación de cobre, reitera que ello “no es suficiente para seguir mejorando”. Por lo mismo, descarta que la solución a una eventual caída en el valor se encuentre, como algunos expertos han apuntado, en incrementar los volúmenes de producción. En su opinión, ésta es la visión de una estrategia “muy arriesgada” por cuanto se basa en aumentar la dependencia.

Existe otro frente al que el experto mira con interés: la baja cuota de las exportaciones chilenas a los mercados de la región. Este panorama es otro efecto sintomático, dice, de la dependencia del país hacia los envíos de cobre. Considera que el país debería incrementar la participación que los envíos a Sudamérica tienen en el total de las exportaciones, puesto que la mayoría de los países ricos comercializan entre el 60% / 70% de sus exportaciones con su propia región frente al 13% que transa Chile con los países vecinos.

Como reflejo de la situación, un mapa elaborado por el profesor muestra la cuota de mercado que representan las exportaciones chilenas del total de importaciones que hace un determinado país, mientras que cada mercado indica la cuota de las exportaciones nacionales con respecto a los envíos totales del país emisor. Es decir, visualiza la cantidad total de exportaciones de bienes y la cuota de mercado, que es muy escasa en los países de Latinoamérica. Un dibujo de la dependencia hacia China, que muestra que pese al volumen exportado al gigante asiático, la relación entre ambos países “poco cercana”.

“Chile tiene un problema regional”, sentencia Ghemawat, para quien el país adolece de la lejanía a los mercados y el poco ánimo de libre comercio de los países vecinos en una región poco integrada. “El porcentaje hacia China es elevado, pero está bajo en comparación con otros países”, mantiene.

Por María Marañon

Fuente: Diario Financiero

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