Siemens declara la guerra a GE para comprar a la francesa Alstom

Apenas horas antes de que concluyera el plazo para que Alstom llegara a un acuerdo definitivo con la estadounidense General Electric (GE) por su compra, valorada en US$13.000 millones sin contar la deuda, el gigante alemán Siemens reapareció con una contraoferta de US$14.500 millones, aunque sin asegurar que compraría el total del negocio.

Y es que se trata de una oportunidad bastante apetitosa: 18.000 empleados y un valor de mercado de US$11.500 millones, cantidad inferior a la propuesta por los candidatos, cuya oferta se justifica por el control estratégico del mercado que se obtendrá en Europa.

GE propone hacerse con el total de la compañía; Siemens, dividirla y maximizar beneficios. La alemana planea una estructura bicefalia que dejará en París la producción ferroviaria con los trenes ICE y TGV, mientras que en Alemania se explotará el material para plantas eléctricas, que supone 70% del total de las ventas de Alstom.

“La compañía está evaluando sus posibilidades. No tenemos ninguna preferencia por ninguno y la situación de Alstom no es preocupante, así que tampoco hay que cerrar un trato de forma urgente”, afirma el gerente general de la empresa francesa en Colombia, Juan José Celis.

Pero para Germán Corredor, director del Observatorio de Energía de la Universidad Nacional, la puja va más allá de un beneficio económico, y se trata de robar la mejor opción al rival.“Es mejor controlar que competir. Esto es un tema de control de mercado, porque estamos hablando de una lucha de gigantes.  Adicionalmente, también se adquieren algunas tecnologías que pudiera tener Alstom”.

El caramelo francés tiene presencia en los mercados asiáticos y un valor de marca que hace más apetecible mantenerla con su nombre original. En el caso de GE, supondría una inmejorable entrada a la Unión Europea (UE), que Bruselas no estaría dispuesta a admitir, como apunta el analista de empresas Carlos Rodríguez. “Una alianza con los alemanes posicionaría muy bien al sector dentro de la UE. Es la joya de la corona, uno de los conglomerados mas grandes a nivel mundial, y no creo que los europeos están dispuestos a dejarla ir”, y considera muy probable que el Estado francés se pronuncie al respecto.

El Ejecutivo de François Hollande no tiene participación directa en el negocio, a pesar de haberlo rescatado en 2004, cuando se hizo con 21% de sus acciones que perdió dos años más tarde. No obstante, al tratarse de un sector clave de la economía y para garantizar la seguridad energética del país, el Gobierno debe aprobar cualquier movimiento.

La oferta alemana tiene la ventaja para París de que apoyaría la creación del Airbus francoalemán de la energía que Hollande anunció a principios de año. Sin embargo, la operación podría eliminar puestos de trabajo.

Y mientras, Alstom paró su cotización en bolsa. La compañía se apuntó un crecimiento del valor de sus acciones de 18% durante sus conversaciones con GE, pero tras la oferta ‘in extremis’ de Siemens la dirección de la empresa decidió parar su actividad en el parqué.

“Para los inversionistas da más confianza estar aliados con los estadounidenses, pero el Estado francés tiene un rol en este asunto, que es una cuestión política más que económica”, subraya Rodríguez.

Compre quien compre la empresa, el mercado energético europeo verá resentida su competencia, y el vencedor verá ampliado su mercado con la mejora de la producción. Pero antes, Alstom aún debe escoger pareja de baile.

Siemens pide revisar el libro de cuentas
La compañía alemana quiere ojear durante cuatro semanas el estado financiero de Alstom antes de presentar una oferta formal que iguale a la planteada por General Electric. Siemens, que rehusó realizar cualquier comentario adicional sobre su propuesta, dijo que había enviado su solicitud al equipo directivo de la compañía francesa, que según fuentes cercanas a la negociación cuenta con la simpatía del Gobierno galo. Alstom, fabricante de turbinas y trenes, es considerada un ícono de la ingeniería nacional, y su venta a manos estadounidenses o alemanas generó un debate nacional.

Las Opiniones

Germán Corredor
Director del observatorio de energía de U. Nacional
“Adquirir la compañía supone ampliar el negocio particular, que ya es muy grande. No sería una fusión, en principio van a mantenerla porque está bien posicionada”.

Carlos Rodríguez
Analista experto en empresas
“Francia no es muy amiga de una opción americana, no creo que dejen pasar una transacción así, que genera tantos empleos. El Estado se va a manifestar”.

Fuente: La República

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