El cierre de abril, con un avance del 1,15%, permite al índice encadenar cinco meses de subidas y ganar el 5,74% en el año.
La subida de marzo fue un castillo de fuegos, pero no artificiales, sino reales. El Ibex 35 escaló 705 puntos en nueve sesiones, de las que sólo en una se pintó de rojo. El hecho de estar a menos de 300 puntos del 11.000 nos invitó a titular que esta cota estaba a la vuelta de la esquina.
Pero da la impresión de que la Bolsa, si no da de vez en cuando un susto, es que no disfruta. Y lo dio. Del 10.705 se descolgó hasta amenazar los 10.000 puntos y poner en evidencia que la subida anterior tenía billete de ida y vuelta.
El recrudecimiento de las hostilidades entre Ucrania y Rusia fue el detonante de una caída que se aprovechó para tomar posiciones en valores que se habían escapado. En seis sesiones, el Ibex trepó para darse de morros con el 10.500, una resistencia que se muestra intratable.
Así será mayo
Uno de los aforismos más conocidos en Wall Street es el que aconseja Sell in May and go away («Vende en mayo y vete»). Estos dichos tienen las mismas probabilidades de cumplirse que los sistemas matemáticos para acertar en Bolsa que se pusieron de moda en la década de los 90. Es cierto que en ocasiones funcionan. Cuando ocurre, hay que recordar la fábula del «Burro Flautista».
Las sensaciones que se perciben al dar una mirada al conjunto del mercado, como hacemos en las páginas interiores, suelen dar buenas pistas a muchos inversores. Nosotros hemos detectado sensación de cansancio, que no de agotamiento, en los pesos pesados. Tal vez estén anunciando un recorte que, en teoría, no será profundo.
Fuente: Expansión
