Sin gestiones con los buitres, el Gobierno busca apoyos para pagar en Argentina

La opción de saldar bonos en Buenos Aires cobra más fuerza. El Ejecutivo quiere apoyos institucionales para contrarrestar la presión financiera ante el default técnico.

Hasta ayer, las negociaciones entre el Gobierno y los fondos buitre eran inexistentes y el Ejecutivo aceleraba el canje voluntario de bonos para cambiar la sede de pago a Buenos Aires y evitar el embargo a los fondos destinados a abonar la deuda reestructurada, según reconstruyó El Cronista de fuentes oficiales y legislativas. La intención es dar cierto blindaje institucional a la operación, que implicará un default, al sumar apoyos internos, de organismos regionales y de otros países.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, considera que la Justicia de Estados Unidos obligó a Argentina a entrar en default. Según argumentó el martes, cualquier opción implicará una cesación de pagos: si paga la sentencia, deberá afrontar pagos que estimó en u$s 15.000 millones; si no cumple, los giros a Nueva York (el 30 vencen u$s 900 millones, de los cuales unos u$s 200 millones se abonan en esa plaza) para pagar compromisos quedarán embargados; y si negocia un pago mejor a los fondos buitre, acreedores que ingresaron al canje quedarán habilitados a pedir una mejor oferta por la cláusula RUFO de los bonos reestructurados. La suspensión de la Ley Cerrojo en el Congreso prohibió al Estado hacer una mejor oferta a los litigantes.

Abogados de NML Capital, el fondo de Paul Singer que encabezó el litigio por el cual Argentina debe pagar u$s 1.330 millones, confirmaron que, hasta ayer, los abogados de Argentina no se habían comunicado con ellos para negociar. Eso, a pesar de que en la audiencia del miércoles con el juez de distrito Thomas Griesa, el abogado del estudio Cleary Gottlieb, Carmine Boccuzzi, en representación del país, había dicho que autoridades del Gobierno viajarían a Nueva York a presentar una oferta de pago a quienes ganaron el juicio.

Como informó ayer El Cronista, el viaje no está descartado, pero la decisión del Ministerio de Economía de Axel Kicillof es no negociar sin una medida cautelar que salve los pagos de deuda reestructurada de embargos. Además, de concretarse el viaje, podrían ir técnicos del Palacio de Hacienda y no funcionarios con poder de negociación. “Pagar a los buitres no es una opción”, remarcó una fuente oficial.

En ese contexto, el Gobierno comenzó a acelerar el canje de deuda voluntario. Eso les quedó claro a los legisladores de los distintos bloques que el miércoles se reunieron con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y Kicillof. Los funcionarios fueron a buscar un apoyo institucional para hacer cumplir la ley de reapertura del canje, que dispone el cambio de jurisdicción de los bonos.

En esa línea, Capitanich reclamó ayer a la Corte Suprema de Justicia una declaración de repudio al fallo en contra de los magistrados estadounidenses, algo que por el momento no ocurrirá.

En paralelo, el Gobierno hará valer el apoyo de distintos bloques de países, como el G-77 de las Naciones Unidas. Y una delegación del Ministerio de Economía está en China ultimando detalles del contrato para financiar las represas de Santa Cruz Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, que se cerrará la semana entrante y rubricarán el 19 de julio la presidenta Cristina Fernández y su par chino Xi Jinping en Buenos Aires. Los bancos chinos preguntaron por el litigio con los holdouts durante todo el proceso, pero no lo pusieron como obstáculo en los últimos días, indicaron fuentes al tanto de las gestiones.

Conflictos en puerta

Un pago en Buenos Aires será considerado default técnico. Fondos de inversión que no quieran o no puedan por sus estatutos canjear sus bonos pueden iniciar demandas legales, aunque se les deposite en una cuenta en Argentina el dinero para evitar embargos.

Pero no sólo eso. En Europa comenzaron a diagramar escenarios con inminentes demandas de bonistas que ingresaron al canje, pero que pueden pedir desde mañana mismo ante tribunales de ese continente cobrar la deuda defaulteada en 2001 sin la quita del canje del 65%, por lo que la reestructuración que comprendió al 93% de los acreedores volvería a foja cero.

Fuente: El Cronista

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