El sueño de la casa propia: alquiler con opción a compra, una alternativa novedosa

Crédito columna: Alejandro Kladniew, socio gerente de Paraguay Development SRL.

Demás está decir a estas alturas lo que representa; por un lado, el desarrollo de la construcción para la economía toda y en particular para el empleo y lo que implica para cada persona, pareja o familia cumplir el sueño de la casa propia.   

La casa propia no solo implica desde lo económico dejar de erogar mes a mes una relevante porción de los ingresos para pagar la renta, sino una sensación y estado de estabilidad sumamente estimulante ante las idas y vueltas naturales que debemos atravesar en nuestra vida.

Sin embargo, sabemos que muchas veces los diferentes caminos que se nos presentan para la compra de una vivienda, no son todo lo accesibles y flexibles que necesitamos para tomar una decisión de compra -que siempre es una decisión muy importante- quizás una de las más económicamente relevante que se pueda tomar en la vida personal.

Si bien en Paraguay existe una importante estabilidad macroeconómica desde hace muchos años, y hay además intentos y programas de crédito que tienen por objetivo ayudar a dar más opciones y herramientas para efectivizar la vivienda propia, los resultados marcan que estamos muy lejos de satisfacer las necesidades de nuestra población. Las estadísticas nos muestran que hay mucha demanda de vivienda insatisfecha en el país.

Más allá de la responsabilidad natural que debe tener el Estado en dar respuestas a esta situación para mejorar el acceso a la casa propia a los ciudadanos del país, es también menester de todas las empresas que formamos parte del mundo de la construcción, en particular las desarrolladoras, participemos activamente buscando alternativas y propuestas novedosas que ayuden a paliar este déficit y a los potenciales compradores para lograr sus sueños.

En este sentido, en los últimos meses algunas empresas -pocas aún- que están en el mercado han lanzado un nuevo modelo de propuesta comercial, se trata del alquiler con opción a compra.

Este sistema funciona de una forma simple; el inquilino firma un contrato tradicional de alquiler por hasta 4 años. El mismo incluye que, si al finalizar el contrato de 4 años desea ser propietario de la unidad que alquiló, solo debe pagar la diferencia entre el precio del departamento del día que comenzó el alquiler, menos todos los alquileres que ya abonó (48 meses).

Es decir, todos los alquileres se computan como parte del precio de la vivienda, sin ningún descuento y sin ningún tipo de interés oculto. Por ejemplo, si la unidad tiene un precio de lista de US$ 100.000 al momento de comenzar el alquiler y el valor del alquiler es de US$ 500, se le acumula la suma de US$ 24.000 -12 meses x US$ 500 x 48 meses- para la compra de la unidad; y debe abonar la diferencia que es de US$ 76.000 en caso que decidiera finalmente adquirirla.

En síntesis, en este sistema, el inquilino tiene 4 años para buscar eventualmente, fuentes de financiamiento tales como el crédito hipotecario y ya en ese momento, tener pago un porcentaje importante del departamento. Pero a nuestro juicio lo más relevante es que, en el caso que el inquilino no pueda o no quiera comprar la vivienda, no tiene ningún tipo de perjuicio.

Entendemos que es un sistema que claramente favorece el acceso a la propiedad y es por demás, un modelo de los más favorables, sino el más favorable, que existe hoy en plaza.

Esta alternativa de alquiler con opción a compra, supone un enorme esfuerzo financiero de los desarrolladores privados, por lo que la potencial oferta es por el momento limitada respecto a la cantidad de unidades que se pueden poner en alquiler con este innovador sistema.

La respuesta del mercado ha sido por demás interesante hasta la fecha según nuestra información y aspiramos a que se pueda ampliar este modelo de comercialización para satisfacer, aunque sea en un interesante porcentaje, el acceso al inconfundible bienestar que implica la vivienda propia.

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