Liz Cramer: “Las cuentas básicas de ahorro elevarán los índices de inclusión financiera”

La nueva normativa del BCP posibilita que la entidad, al ir conociendo al cliente, le pueda ofrecer otros servicios de acuerdo con su perfil y hacer que la bancarización le sea cada vez más útil al cliente.

En la foto: Liz Cramer, presidenta ejecutiva de Asoban. 

Asunción (Paraguay).- Si bien lograr una mayor inclusión financiera depende de muchos factores, el aspecto normativo es uno de los principales, y en tal sentido, el nuevo reglamento de “Cuentas Básicas de Ahorro”, propone innovaciones tendientes a promover mayor bancarización y ayudar a las entidades a cuidar mucho más el ciclo de vida de una cuenta.

“Desde la Asoban consideramos auspiciosos los cambios introducidos por la reciente resolución emitida por el Banco Central del Paraguay con relación a las denominadas “Cuentas Básicas de Ahorro”, pues es un avance hacia la inclusión financiera”, destacó Liz Cramer, presidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos del Paraguay. 

Esta cuenta puede ser abierta de forma física o remota con requisitos mínimos, con lo cual cualquier ciudadano habilitado puede hacerlo desde su celular u otro dispositivo en cualquier punto del país. El cliente podrá tener cuentas básicas de ahorro en más de una de las instituciones supervisadas.

Además, a partir de contar con esta cuenta básica, puede empezar a realizar operaciones tales como pagar por compras, simplificar procesos con débitos automáticos, hacer transferencias, recibir pagos, acceder a una tarjeta de débito, etc. Todo esto, siempre dentro de los límites fijados por la normativa.

La nueva normativa posibilita también que la entidad, al ir conociendo al cliente, le pueda ofrecer otros servicios de acuerdo con su perfil y hacer que la bancarización le sea cada vez más útil al cliente. A medida que la educación financiera del cliente se afianza, este puede tomar decisiones informadas sobre otros productos que le resulten útiles para su manejo cotidiano, y para sus proyectos.

El acceso al crédito termina siendo una consecuencia de que la entidad financiera conozca al cliente, conozca el giro del negocio, por lo que el operar con una cuenta también empieza a ser una puerta de ingreso a la posibilidad de crédito. 

De ahí la importancia de que la gente comprenda la utilidad de migrar del manejo en efectivo al uso de una cuenta dentro del sistema pues la entidad de su elección le conocerá mejor y le podrá ofrecer otros productos de acuerdo con su perfil. El migrar del uso del efectivo también trae otras ventajas como mayor seguridad y mejor trazabilidad.

Bajo la nueva normativa, las entidades podrán ofrecer un préstamo preaprobado; además tiene una serie de servicios conexos sin costos que gran parte son los servicios generalmente utilizados (transferencias, depósitos, extracciones, pagos a través de canales digitales, pagos de impuestos y servicios, etc.).

También el saldo en la cuenta podrá recibir retribución (intereses) según las condiciones estipuladas en el acuerdo contractual entre la entidad y el cliente. Además, se podrá recibir remesas del exterior.

“Consideramos que esta normativa le permitirá al cliente un mejor manejo de su dinero, del flujo entre cuentas y le dará la experiencia de la facilidad que se tiene hoy en día con evolución de los pagos digitales.  Si bien hay mucho camino por recorrer para llegar a los niveles de inclusión financiera deseables, este tipo de esfuerzos desde el BCP sin duda mejoran las condiciones para avanzar en tal sentido”, explicó Liz Cramer.

Algo muy importante que trae esta normativa es lo que se refiere a cuidar el ciclo de vida de una cuenta, ya que permite a las entidades poder cerrarlas después de que se den ciertas condiciones, como su no uso en un año, sin necesidad de que el cliente se movilice físicamente a tener que hacer el trámite. 

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