La tecnología sigue extendiendo sus brazos y cada vez son más sectores los que han tenido que aprender a competir con esta tendencia. Ahora, el turno parece llegarle a la banca y es por eso que se abre el debate sobre si las redes sociales son aliados para el negocio o una fuerte competencia.
Ofrecer servicios financieros está lejos del objetivo con el que nacieron estas redes, pero parece que han encontrado en este nicho un segmento perfecto para utilizar la gran cantidad de información de sus usuarios.
Y la lista de iniciativas va en aumento. la más llamativa es en la que está trabajando Facebook, ya que la red social estaría a punto de recibir el visto bueno del Banco de Irlanda para lanzar un servicio de depósito de dinero y pagos y transferencias entre los usuarios de la plataforma.
Pero no es la única. Google ya lanzó Google Wallet, una plataforma para también realizar pagos, la que complementó con una tarjeta prepago afiliada a Mastercard, que se puede usar como cualquier otro plástico. Igualmente, Amazon también incursionó en el sector financiero lanzando su propia moneda virtual, la cual además de permitir comprar de manera sencilla, ofrece descuentos en los productos.
No hay que olvidar otras opciones como Paypal que ya tiene 8% del mercado de transacciones electrónicas, y por supuesto, el bitcoin, esa moneda criptográfica que a pesar de todo, se mantiene como una alternativa seria para realizar operaciones.
Con todo, si de verdad se da una competencia, lo que importa son las armas que tiene cada uno para tener un mayor mercado, una balanza en la que cada uno ya sabe qué aportar.
Las redes sociales tienen ventaja en el volumen al que son capaces de llegar. Tan solo Facebook tiene 1.200 millones de usuarios y más de 20 millones en Colombia lo que se amplía con los 215 millones de usuarios de Amazon, 230 millones de Twitter o los más de 2,16 billones de búsquedas que pasan por Google durante un año. Cifras que chocan con los más de 250 millones de latinoamericanos que no tienen acceso a los bancos.
Además, hay otros aspectos en los que destacarían como lo son la penetración mundial y la información que manejan. Por un aldo, estas redes están en todo el mundo, algo que incluso el banco más internacional, no sería capaz de ofrecer. En cuanto a la cantidad de información, estas plataformas se convierten en dueñas de grandes bases de datos, claves para definir los hábitos de consumo de una persona.
“Las redes sociales son una fuente inagotable de información sobre el usuario, desde su lugar de trabajo y su cargo, hasta la verificación de su motivo de préstamo o hábitos de consumo”, afirma Dan Gertsacov, CEO de Lenddo para Latinoamérica.
Aún así, no sería justo desconocer las armas de los bancos. En este caso, se trata de empresas que sí están enfocadas 100% en el negocio financiero, saben cómo prestar y qué hacer con el dinero, lo que les da una mayor experiencia. Además, son entidades reguladas, lo que hace que puedan ofrecer confianza y seguridad, entre otras cualidades.
El superintendente financiero, Gerardo Hernández, ha asegurado que entidades que no tengan presencia en el país, no contarían con regulación ni respaldo en caso de problemas.
Ahora bien, ¿cuál es la visión del sector? Al consultar con varias entidades, se puede decir que este fenómeno es algo que no está en la agenda de todos y son pocas las posturas y no hay consenso en si son o no competencia o mejor aliados.
“Las redes sociales no son competencia para los bancos, al contrario, se convierten en un canal ideal para estrechar relaciones con los usuarios. Su core de negocio no es el financiero, ese terreno es de los bancos”, deja claro Santiago Perdomo, presidente de Colpatria.
Y no es el único que no lo considera una amenaza. Los directivos de Grupo Aval afirman que “es una tendencia que ha empezado a permear y Colombia no es ajena, pero hoy todavía no es competencia por el desarrollo del marco jurídico en el que se deben amparar estos servicios y la resistencia y desconocimiento de algunos consumidores en el tema”.
Pero hay quienes creen que tarde o temprano, serán rivales. “Las redes serán una competencia importante en los años por venir, los bancos tienen un liderazgo posicionado por años de trabajo, pero el problema es que las personas, están en una constante búsqueda de productos y servicios que se identifiquen exactamente con su estilo de vida”, señala Gertsacov.
Las cartas están sobre la mesa y el debate inició, solo falta ver los movimientos que realizarán las partes para saber si se aliarán para ofrecer servicios más integrales o iniciarán la batalla por los clientes.
Las Opiniones
Santiago Perdomo
Presidente de Colpatria
“Las redes sociales no son competencia para los bancos, al contrario, se convierten en un canal ideal para estrechar relaciones con los usuarios y más teniendo en cuenta que la generación más joven obviamente está más familiarizada con estos escenarios. Respecto a los medios de comercio electrónico como pueden ser Amazon, Ebay, Paypal, y demás. Más que ser competidores pueden llegar a ser aliados, ya que su core de negocio no es el financiero, ese terreno es de los bancos”.
Dan Gertsacov
CEO de Lenddo para las América
“Sin lugar a dudas, las redes sociales serán una competencia importante en los años por venir. Es decir, los bancos en este momento tienen un liderazgo posicionado por años y años de trabajo, pero el problema radica en que las personas, cada vez más digitales, están en una constante búsqueda de productos y servicios que se identifiquen exactamente con su propio estilo de vida y los bancos deben continuar trabajando por mantenerse a la vanguardia en esta materia”.
Carlos Cornejo
Vpt. nuevos consumidores-Mastercard
“Las redes sociales, por un lado, ayudan a que desplacemos cada vez más el efectivo, pero por el otro, hablamos del tema de la conveniencia y lo que busca cada consumidor. Las necesidades no son solamente en las redes sociales y en el mundo online, sino que son muchas cosas más allá y ahí es donde los bancos y entidades como Mastercard dan el valor adicional, ofrecen productos que se pueden usar en lo online, pero también para las cosas cotidianas a donde no llegan las redes sociales”.
Por: Rubén López Pérez
Fuente: La República