El presidente del banco del Vaticano dimitiría tan pronto como la próxima semana como parte de la reestructuración de la institución que ha sido un bochorno para la Iglesia Católica por décadas, dijeron el martes fuentes de la Santa Sede.
Sin embargo, las fuentes -que hablaron bajo condición de anonimato- discreparon respecto a si Ernst von Freyberg se iba del banco en forma voluntaria o si estaba siendo despedido por diferencias dentro del Vaticano sobre el ritmo de las reformas.
Se espera que la partida de Freyberg sea anunciada cuando se publique, probablemente la próxima semana, el nuevo reporte anual del banco, conocido oficialmente como el Instituto para las Obras de Religión (IOR, por su sigla en inglés).
Los nuevos estatutos del banco convertirían al cargo de presidente en un trabajo a tiempo completo y residencial, según una fuente, y Freyberg decidió volver junto a su familia a Alemania.
«Está en paz con su decisión porque es su decisión», comentó la fuente.
Freyberg fue designado para encabezar el banco en febrero del 2013, en una de las últimas decisiones del ex Papa Benedicto XVI antes de que renunciara a su cargo a fines de ese mes.
Bajo su liderazgo, el IOR, que ha sido afectado por varios escándalos en el pasado, cerró cientos de cuentas, instauró estrictas regulaciones contra el lavado de dinero y lanzó varias investigaciones sobre actividades sospechosas.
Hace sólo tres meses, el cardenal australiano George Pell, llevado por el Papa Francisco para liderar el nuevo departamento del Vaticano para supervisar todas sus actividades económicas, dijo que Freyberg estaba haciendo «un trabajo excelente».
Freyberg no estaba disponible para comentar sobre su futuro. Un portavoz del banco declinó a comentar y sólo dijo que se estaba considerando «un proceso de reforma estructural general» por parte de un grupo de ocho cardenales que asesoran al Papa Francisco.
Fuente: La República