El escándalo de corrupción de Petrobras salpica a Rolls Royce

Rolls-Royce ha sido acusado de participar en una trama de soborno multimillonario a Petrobras, la petrolera brasileña estatal. Otras empresas extranjeras también están salpicadas por el escándalo de corrupción.

La empresa británica, que produce turbinas de gas para las plataformas petrolíferas de Petrobras, habría pagado presuntamente sobornos a través de un agente a cambio de un contrato de 100 millones de dólares como parte de un plan que se prolongó durante casi toda la década pasada, según el testimonio de un antiguo ejecutivo de Petrobras. Es uno de los grupos internacionales implicados hasta ahora en el escándalo de Petrobras.

Pedro Barusco, un veterano de Petrobras, informó a la policía de que había recibido personalmente al menos 200.000 dólares de Rolls-Royce, solo una parte de los sobornos que, según Alega, se pagaron a un círculo de políticos y ejecutivos de la compañía petrolífera.

La confesión ha quedado testimoniada en más de 600 páginas que las autoridades judiciales federales de Brasil han sacado a la luz y en las que se detallan los testimonios de Barusco, quien logró un trato negociado en noviembre.

Rolls-Royce respondió que «quieren dejar muy claro que no tolerarán ninguna conducta empresarial impropia de cualquier tipo y que emprenderán las medidas necesarias para garantizar su cumplimiento».

Las acusaciones surgen en un momento en el que Rolls-Royce se enfrenta a una seria investigación de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude en Reino Unido en torno a las acusaciones de corrupción en China e Indonesia. Rolls-Royce es la última empresa extranjera acusada supuestamente de participar en el escándalo, que amenaza al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

Las autoridades brasileñas ya han investigado las acusaciones que apuntan a que dirigentes de Petrobras aceptaron sobornos de SBM Offshore, una empresa de los Países Bajos. SBM ha declarado que está cooperando en la investigación.

También han sido acusados de participar en el soborno las filiales de dos empresas de Singapur, Keppel Corporation y Sembcorp Marine, y tres onstructores navales brasileños, con participación japonesa. Keppel y Sembcorp han negado estar involucrados en la polémica.

El escándalo surge cuando el anterior jefe de la Unidad de refinería de Petrobras, Paulo Roberto Costa, consiguió una negociación de los cargos después de haber sido detenido por blanqueo de dinero en marzo. Según un testimonio de Costa y Barusco entre otros, los contratistas de Petrobras pagaron sobornos a ejecutivos y políticos de la coalición en el Gobierno dirigida por PT, el partido de Rousseff.

Los analistas calculan que la trama ha costado a Petrobras más de 20.000 millones de dólares. El partido PT afirma que no hay pruebas de las acusaciones y ha prometido demandar a los «acusadores». Barusco alega que su amigo Luiz Eduardo Barbosa, antiguo ejecutivo del grupo de ingeniería suizo ABB, era el responsable de organizar los sobornos de Rolls-Royce y SBM. Alusa, una constructora brasileña que ha cambiado su nombre por Alumini, niega las acusaciones y, Barbosa, por su parte, no ha accedido a realizar comentarios.

Fuente: Expansión

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