Desde que asumió su mandato, el 1 de enero de 2019, el presidente brasileño, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, puso en marcha una política económica de claro tinte liberal destinada a sanear las cuentas públicas y reducir el tamaño del Estado mediante ambiciosos programas de privatizaciones y concesiones.
Río de Janeiro, 14 ene (EFE).- El Gobierno brasileño prevé vender este año unos 300 activos públicos para recaudar cerca de 150.000 millones de reales (unos 36.585 millones de dólares), un valor en un 42 % superior al obtenido con privatizaciones y desinversiones en 2019, informaron este martes fuentes oficiales.
Las metas fueron divulgadas en una rueda de prensa por el secretario de Privatizaciones y Desinversiones del Ministerio de Economía, Salim Mattar, quien aclaró que entre las empresas estatales que serán subastadas figuran varias controladas por Eletrobras, la mayor eléctrica de Latinoamérica.
Mattar aclaró igualmente que el Gobierno no tiene previsto privatizar ni la petrolera Petrobras ni los banco públicos Banco do Brasil y Caixa Económica Federal, que son considerados empresas estratégicas para el país.
Admitió que en la lista de privatizables sí figuran los Correos, pero que su venta tan sólo está prevista para 2021.
Según la Secretaría de Privatizaciones y Desinversiones, el Gobierno recaudó el año pasado 105.400 millones de reales (unos 25.707,3 millones de dólares) con la venta de 71 activos públicos.
Del valor recaudado, 51.400 millones de reales (12.536,6 millones de dólares) procedieron de privatizaciones y otros 54.000 millones de reales (unos 13.170,7 millones de dólares) de desinversiones.
La mayor parte de los recursos tuvo origen en la venta del control o de participaciones que el Estado tenía en empresas como el Instituto de Reaseguros de Brasil (IRB), el fabricante de aviones Embraer o la minera Vale.
La meta del Gobierno para este año es reducir desde 624 en diciembre de 2019 a unas 300 a finales de 2020 el número de empresas en que el Estado tiene participación bien sea como controladora, como coligada o como accionista.
Desde que asumió su mandato, el 1 de enero de 2019, el presidente brasileño, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, puso en marcha una política económica de claro tinte liberal destinada a sanear las cuentas públicas y reducir el tamaño del Estado mediante ambiciosos programas de privatizaciones y concesiones.
Según Mattar, para facilitar ese proceso, el Gobierno presentará a consideración del Congreso un proyecto de ley que establece un procedimiento «fast track» (vía rápida) para vender las estatales.
«Ya tenemos el proyecto prácticamente listo y estudiamos el momento correcto para presentarlo al Congreso», dijo. La meta de privatizaciones para este año «depende de que el fast track sea aprobado», admitió.
Según Mattar, además de la privatización de la propia Eletrobras, que aún depende de la aprobación del Congreso, el Gobierno pretende vender este año varias de las subsidiarias del grupo eléctrico sin necesidad de consultar al Legislativo.
Agregó que Eletrobras tiene control directo sobre 210 empresas, entre generadoras, distribuidoras, transmisoras y comercializadoras, de las que ocho son subsidiarias, 173 coligadas y 29 participadas.
Tras el fracaso de un proyecto de privatización de Eletrobras en 2018 por falta de apoyo del Congreso, el Gobierno decidió promover una capitalización de la empresa mediante una oferta de acciones en bolsa a la espera de que inversores privados las adquieran y reduzcan la participación del Estado en la empresa.
«Esperamos poder hacer una capitalización de Eletrobras en 2020 para aliviar los cofres públicos», afirmó Mattar tras relatar que la empresa depende de inversiones anuales del Estado por cerca de 14.000 millones de reales (unos 3.414,6 millones de dólares).
Además de su programa de privatizaciones, el Gobierno brasileño cuenta con un programa para ofrecerle a la iniciativa privada al menos 127 concesiones en áreas como energía o infraestructura.
El llamado Programa de Asociaciones en Inversiones (PPI, por sus siglas en portugués), lanzado en 2016 pero que ganó impulso con la llegada de Bolsonaro al poder, calificó hasta ahora 287 proyectos de concesiones, de los que 160 ya fueron subastados y comprometieron inversiones por cerca de 170.000 millones de dólares.
Tan solo en los once primeros meses del Gobierno de Bolsonaro fueron realizadas 35 subastas para ofrecer concesiones que generaron inversiones por 105.500 millones de dólares, entre ellos los que transfirieron a la iniciativa privada la gestión de 35 puertos, 12 aeropuertos, una carretera, un ferrocarril y una reserva minera.
Entre los 127 proyectos de concesión que serán ofrecidos a partir de 2020 destacan 11 líneas de ferrocarril, 23 puertos, 24 líneas eléctricas, 22 aeropuertos, 19 carreteras, cuatro yacimientos minerales y dos compañías de abastecimiento. EFE
Crédito foto: Agência Brasil.