París, 18 feb (EFE).- Renault ha pasado página de dos años consecutivos de pérdidas, en particular en 2020 con más de 8.000 millones de euros, al conseguir 888 millones de beneficio en 2021 con un plan estratégico que ha desplazado la búsqueda de volúmenes para primar la rentabilidad.
El consejero delegado, Luca de Meo, se felicitó este viernes al presentar los resultados del pasado año de haber superado los objetivos financieros que se había marcado con el plan estratégico ‘Renaulution’, y eso en un contexto complicado por el encarecimiento de las materias primas y la escasez de semiconductores.
Asimismo, De Meo adelantó que en breve habrá decisiones para «renovar la gama» de vehículos que el grupo francés vende en Latinoamérica con el fin de obtener márgenes más elevados.
La falta de microchips, que el pasado año impidió al grupo francés fabricar 500.000 vehículos, continúa y todavía le restará unas 300.000 unidades a la producción esperada en 2022, sobre todo en el primer semestre.
Pese a todo, el grupo automovilístico francés confía en seguir restableciendo su situación financiera y su rentabilidad, con un margen operativo que debería ser, al menos, del 4 % en 2022, es decir por encima del 3,6 % de 2021 pero inferior al 4,8 % de 2019, antes de que estallara la crisis de la covid.
De entrada, ha disminuido sus costos fijos en 2.000 millones de euros respecto a 2019, un año antes de lo que había anunciado, y reducido su punto muerto en un 40 %, dos años antes.
Sacar la cuenta de resultados de los números rojos fue posible en primer lugar porque sus socios de la alianza (y en primer lugar Nissan) tuvieron una aportación positiva de 515 millones de euros, cuando en 2020 le habían lastrado con un agujero de 5.145 millones.
Pero, además, el resultado de explotación de Renault también pasó al verde con 1.398 millones de euros, frente a los 1.999 millones negativos del ejercicio precedente.
PRECIO MEDIO DE LOS COCHES MÁS ALTO
El principal motor de ese cambio de signo fue la venta de sus vehículos a un precio medio netamente superior, gracias sobre todo a un menor recurso a los descuentos, a que se privilegió la venta a particulares, más rentable que la de flotas a empresas de alquiler, y a que los nuevos vehículos son en general de gama más alta, y por tanto más caros.
Todo eso explica que la facturación de la empresa subiera un 6,3 % en 2021 hasta 46.213 millones de euros, aunque las ventas de vehículos en unidades retrocedieron un 4,5 % hasta algo menos de 2,7 millones.
Preguntado sobre el impacto que podría tener la crisis política y militar entre Moscú y Kiev para su filial rusa AvtoVaz -que es una actividad netamente rentable con un margen operativo de 247 millones de euros en 2021-, De Meo se mostró prudente pero también relativamente confiado.
Destacó que AvtoVaz trabaja en un 90 % para el mercado ruso, que hay un alto nivel de producción local de sus componentes y que la financiación corre a cargo de bancos rusos. «El sistema es autosuficiente», comentó en referencia a posibles medidas de embargo a Rusia por los países occidentales.
RENOVACIÓN DE LA GAMA EN LATINOAMÉRICA
El consejero delegado avanzó que «en las próximas semanas» habrá decisiones para «renovar completamente la gama» de vehículos que Renault vende en el mercado latinoamericano para poner en práctica también allí la estrategia de obtener mayores márgenes, aún en detrimento de los volúmenes de venta.
Se trata de abandonar el objetivo de aumentar la cuota de mercado con productos de gama media y baja que no eran competitivos y reemplazarlos por otros con la tecnología más puntera de Renault que permita márgenes elevados.
Destacó que sus equipos han hecho un buen trabajo al reducir la base de costos y han demostrado que pueden ganar dinero. De hecho, precisó que el negocio es rentable en Argentina (donde las matriculaciones de la empresa cayeron un 17,5 %, hasta 35.374 unidades), y aunque plantea más retos en Brasil, espera que las cosas evolucionen positivamente en los próximos dos o tres años.
El «número uno» del grupo francés también tuvo un mensaje tranquilizador para los trabajadores de sus plantas en España, donde se ha generado una cierta inquietud porque no se les ha atribuido ningún vehículo eléctrico, que es la gran apuesta de Renault y de toda la industria del automóvil.
Además de recordar que la actividad en España está garantizada en los próximos años con la tecnología híbrida y cinco nuevos modelos, señaló que «antes o después tendremos que introducir la tecnología eléctrica en las fábricas españolas». EFE
