Nueva York, 27 abr (EFE).- La estadounidense Boeing anunció este miércoles unas pérdidas de 1.242 millones de dólares en el primer trimestre, más del doble que en el mismo periodo del año anterior, como consecuencia de malos resultados tanto en su unidad de aviación comercial como en su negocio de defensa.
Boeing, además, desveló que va a suspender temporalmente la producción de su nuevo modelo 777 hasta finales de 2023, por lo que se espera que las primeras unidades no se entreguen hasta 2025, un retraso de más de un año con respecto a lo esperado.
La decisión derivará en unos costos extraordinarios de 1.500 millones de dólares a partir del segundo trimestre de este año, según señaló la empresa en un comunicado.
Las cuentas, peores de lo esperado por Wall Street, provocaron que las acciones del gigante aeronáutico cayesen más de un 4 % en las operaciones electrónicas previas a la apertura del mercado neoyorquino, donde acumulan un retroceso de casi el 20 % en lo que va de año.
En el apartado positivo, Boeing destacó el aumento de las entregas de aviones 737 MAX, que volvió a operar en 2020 tras estar vetado por dos accidentes mortales, y dijo que ha presentado a los reguladores estadounidenses un plan de certificación para retomar las entregas del 787 Dreamliner, detenidas por problemas técnicos.
Esas dos aeronaves, que han sufrido importantes problemas, están consideradas como fundamentales para el futuro de la empresa.
«Aunque el primer trimestre de 2022 trajo nuevos problemas para nuestro mundo, industria y negocio, estoy orgulloso de nuestro equipo y del continuado progreso que estamos haciendo de cara a nuestros compromisos clave», destacó en un comunicado Dave Calhoun, el presidente y consejero delegado de la firma.
Calhoun apuntó que a pesar de las «presiones» sobre sus negocios de defensa y de aviación comercial, Boeing está en camino de generar un flujo de caja positivo en 2022.
Entre enero y marzo, la compañía con sede en Chicago (EE.UU.) facturó 13.991 millones de dólares, claramente por debajo de los 15.217 millones que ingresó durante esos tres meses de 2021.
En el apartado de aviación comercial, la empresa entregó durante el primer trimestre un total de 95 aviones, frente a los 77 del mismo periodo un año antes, pero sus cuentas se vieron afectadas por la guerra en Ucrania y mayores gastos en investigación y desarrollo.
Su unidad de Defensa, Espacio y Seguridad vio caer los ingresos y aumentar sus pérdidas debido a un menor volumen de negocio, gastos extraordinarios en ciertos programas y por los efectos de la inflación.
Mientras, su negocio de Servicios Globales aumentó su facturación hasta 4.300 millones de dólares en el primer trimestre gracias al repunte de la aviación comercial tras el frenazo provocado por la covid-19.
Sin embargo, ahí también se está haciendo notar la guerra en Ucrania, dado que Boeing ha suspendido ciertos servicios, entregas de partes y mantenimiento para clientes rusos y ha detenido sus importaciones de titanio desde ese país.
«Aunque estas acciones han tenido un impacto en nuestro negocio, son lo correcto y nuestras operaciones están bien posicionadas», explicó Calhoun en un mensaje a los empleados, en el que apuntó que la empresa cuenta con importantes reservas de titanio y con suficientes materiales para garantizar la continuidad de sus operaciones a largo plazo. EFE
