El Foro de Davos se contagia de pesimismo por crisis energética y alimentaria

Davos (Suiza), 23 may (EFE).- Las crisis energética y alimentaria provocadas por la guerra en Ucrania han generado pesimismo en el Foro Económico Mundial de Davos, la gran cita global de líderes políticos, económicos y de la sociedad civil, que han tenido difícil plantear soluciones concretas en el primer día de sesiones.

La mayor incertidumbre recae en que nadie puede prever cuánto más durará la agresión de Rusia contra Ucrania y hasta dónde llegará el primer país en sus ambiciones territoriales. Esto hace temer que los gobiernos opten por respuestas algo desesperadas, como aumentar las inversiones en combustibles fósiles para tener fuentes alternativas a la rusa.

«No deberíamos tratar de justificar una nueva oleada de inversiones en combustibles fósiles a largo plazo», ha advertido el director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, quien más bien ha apostado por las renovables, por la eficiencia energética y por incrementar la producción nuclear en países que tienen capacidad para ello.

El escenario pesimista lo completa la crisis alimentaria, que no ha tenido como causa única la guerra en Ucrania, pero sí ha provocado que el precio de los alimentos se dispare muy rápidamente.

El cambio climático ha multiplicado y agravado la sequía en varios países, donde tres a cuatro temporadas de cultivos han quedado arruinadas, lo que ha puesto a millones de personas en riesgo de hambruna.

Según los expertos en el Foro, el mundo experimentará un mayor aumento del precio de los alimentos en los próximos diez a doce meses si no se resuelven la escasa oferta de fertilizantes, la caída de la producción y el bloqueo de la salida marítima de granos de Ucrania.

Si no se reanudan las salidas de cargamentos de cereales y otros productos agrícolas desde el puerto de Odesa, en Ucrania “estaremos ante un problema complejo porque los depósitos pueden estar llenos, pero si no hay barcos que los transporten podremos ver situaciones de hambre alrededor del mundo”, anticipó el jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley.

El precio de un alimento tan vital como el trigo aumentará un 40 % este año, mientra que los aceites vegetales, otros cereales y la carne podrían alcanzar precios nunca antes vistos, han advertido los expertos. EFE

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