Asunción, 1 abr (EFE). – Las calles de Asunción se coparon este sábado con la venta de hojas de «pindó», palma en el idioma guaraní, en distintos puestos callejeros y mercados de la capital de Paraguay, lo que marca el inicio de uno de los festejos más tradiciones de la Semana Santa en el país.
Los católicos paraguayos se preparan para bendecir en este Domingo de Ramos los adornos elaborados con esta hoja de palma, trenzados de forma artesanal y ataviados con romero, ruda y flores de siempreviva (Ghomprena globosa).
El “pindó” era uno de los productos más solicitados este sábado en el Mercado 4, el más grande de la capital.
Muchos fieles llevarán este domingo los ramos elaborados con esta hoja a la Catedral de Asunción, donde serán bendecidos por el cardenal paraguayo Adalberto Martínez, encargado de presidir la misa.
Sara Galeano, una vendedora de 63 años, comentó a EFE que este año las ventas de los ramos de «pindó» han estado «mucho mejor que en épocas pasadas».
Cada ramo se vende en 5.000 guaraníes (unos 0,69 dólares), y las 12 piezas en 30.000 guaraníes (unos 4,16 dólares).
Galeanó acotó que las hojas de la palma bendecidas luego pasarán a los hogares de los creyentes, donde, según la tradición, brindan su protección contra todo tipo de males.
La palma también se usará para «humear» los hogares, con la finalidad de eliminar «la mala onda de las personas», expresó a EFE la señora Leo Migilda, quien tiene 25 años trabajando en el Mercado 4.
Por su parte, Mónica Bogado, una vendedora de 36 años, aseguró que esta hoja de palma «espanta las malas vibras». Aunque, dijo, su uso también se emplea de manera medicinal para «curar algunas enfermedades».
«La palma cuando se seca se puede cortar en trocitos, se cocina, se bebe o se pone sobre heridas», comentó Bogado, quien tiene cuatro años vendiendo hierbas en ese concurrido mercado.
Para estas fechas la mayoría de los pueblos y ciudades de Paraguay, en su mayoría de población católica, participan en actos religiosos propios de la Semana Santa, y en los cuales es visible la impronta de la cultura paraguaya. EFE