Christine Lagarde dice que el BCE debe subir bastante más las tasas de interés debido a la elevada inflación

Fráncfort (Alemania), 1 jun (EFE). – La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo este jueves que la entidad debe subir bastante más sus tipos de interés porque la inflación es muy elevada.

Lagarde recordó en un discurso en una conferencia de las Cajas de Ahorro alemanas en Hannover (norte) que el BCE comenzó en julio de 2022 a subir los tipos al ritmo más rápido hasta ahora y dejó claro que todavía tienen camino que recorrer para llevarlos a niveles suficientemente restrictivos.

«Estas subidas ya se transmiten con fuerza en las condiciones del préstamo bancario, incluido aquí en Alemania», y todavía «es necesario un endurecimiento considerable», según Lagarde.

La presidenta del BCE enfatizó que » hoy la inflación es demasiado elevada y va a seguir así demasiado tiempo» y que están «determinados a bajarla de nuevo» al objetivo a medio plazo del 2% a tiempo.

La inflación general de la zona del euro disminuyó en mayo hasta el 6,1 % interanual, nueve décimas menos que en abril, y la subyacente, que excluye la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, hasta el 5,3 %, tres décimas menos.

Pero es incierto con qué fuerza se transmitirá la política monetaria del BCE a la economía real, según Lagarde.

Por ello, el BCE necesita continuar el ciclo alcista hasta que esté seguro de que la inflación está en camino de volver al objetivo a tiempo.

Lagarde dijo que el tope al que el BCE subirá sus tipos dependerá de su valoración de los datos económicos, que son las perspectivas de inflación, la tendencia de la inflación subyacente y la fortaleza a la que se transmite la política monetaria a la economía real.

El BCE comenzó a subir sus tipos en julio de 2022 y desde entonces los ha incrementado siete veces consecutivas hasta el 3,75%.

El BCE publicó hoy también las actas de su reunión de política monetaria de comienzos de mayo, que revelan que la mayoría de los miembros del Consejo de Gobierno estuvo a favor de desacelerar las subidas de los tipos de interés.

El BCE subió a comienzos de mayo el precio del dinero en 25 puntos básicos, hasta el 3,75%. Anteriormente había incrementado las tasas de interés en 50 puntos básicos, por lo que se produce una desaceleración en el ritmo de subidas.

«La mayor parte de los miembros indicó que podrían aceptar el aumento de las tasas de interés de 25 puntos básicos» propuesto por el economista jefe de la entidad, Philip Lane, según las actas.

Pero la comunicación del BCE debía dejar claro que son necesarias más subidas de tipos para que la inflación caiga al objetivo del 2 % y evitar que un incremento menor de tipos de interés se malinterpretara como una señal de una pausa en el actual ciclo alcista.

La mayor parte de los miembros del Consejo de Gobierno consideró esta magnitud «prudente» porque los posibles costes de incrementos mayores sobrepasarían los beneficios, dada la elevada incertidumbre y la percepción de que gran parte de los anteriores incrementos no se ha transmitido a la economía real.

Además, un aumento menor que los aprobados desde julio de 2022 permitiría subir las tasas de interés durante más tiempo si persiste la inflación subyacente e, incluso, se fortalece en verano.

El Consejo de Gobierno concluyó que la desaceleración del ritmo de subidas estaba justificada porque ya se había recorrido bastante camino «con los incrementos de 350 puntos básicos en nueve meses, que implican que las tasas de interés se acercaban a su destino, aunque no estaban todavía ahí».

Algunos miembros del Consejo de Gobierno del BCE expresaron su preferencia por un aumento de las tasas de interés de 50 puntos básicos por los riesgos inflacionistas.

Estos miembros opinaron que los riesgos de ajustar los tipos de interés demasiado eran menores que los de ajustarlos demasiado poco y consideraron que «las turbulencias en los mercados financieros habían sido breves y no habían ejercicio un impulso restrictivo adicional significativo».

«La resistencia de la economía de la zona del euro y la disminución de los riesgos de recesión, junto con un aumento de las presiones sobre los precios y salarios, sugirieron que era improbable que la inflación subyacente desacelerara lo suficientemente pronto», consideraron estos consejeros. EFE

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