La industria argentina se contrae en febrero y sigue en caída

Buenos Aires, 9 abr (EFE).- La actividad industrial de Argentina volvió a caer en febrero pasado, golpeada por el ajuste económico y una elevadísima inflación que han comprimido la demanda de bienes y sin que a corto plazo haya una perspectiva de repunte del sector manufacturero.

Según informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la actividad industrial registró en febrero pasado una contracción del 0,7 % con respecto a enero último.

La bajada muestra algo de moderación con respecto al derrumbe del 8,2 % que se dio en el último mes de 2023 y la contracción del 1,3 % de enero pasado, pero, aun así, confirma el deterioro de la actividad industrial de Argentina, que desde octubre del año pasado exhibe indicadores mensuales negativos.

El informe oficial revela, además, que en febrero la actividad industrial cayó un 9,9 % respecto a igual mes de 2023, encadenando así nueve meses de bajadas interanuales.

En el primer bimestre del año, el sector manufacturero acumuló una caída del 11,1 %.

«La industria registró en febrero una nueva y difundida contracción de la actividad, acelerando el ritmo de caída en el primer bimestre. Todos los tipos de bienes registran retrocesos, resultando los más profundos el de los bienes de capital y consumo durable. En el corto plazo no se tienen señales de reversión de la recesión industrial», observó en un informe la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).

En febrero, la industria continuó operando en un escenario de elevada inflación (276,2% interanual) y caída del consumo, que, de acuerdo con cálculos privados, se contrajo 3,5 % interanual.

«Lo que más preocupó en febrero fueron las subas de costos, especialmente en servicios y combustibles. Las industrias consultadas manifestaron las dificultades que conlleva trasladar a precios esos incrementos en el contexto actual», expresó en un informe sobre la industria pyme la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.

El libertario Javier Milei, quien asumió la Presidencia argentina el 10 de diciembre, ha puesto en marcha un severo plan de ajuste equivalente al 5 % del PIB con el objetivo de recuperar este año el superávit fiscal.

Con drásticos recortes de gastos, los efectos de su plan de ‘shock’ se sienten ya en la economía real, con ingresos deprimidos en los hogares.

El consumo sigue en contracción, obligando a su vez a muchos sectores a rebajar el ritmo de producción ante una notable caída de la demanda.

De acuerdo al informe oficial difundido este martes, en el primer bimestre del año 14 de las 16 ramas manufactureras acumulan caídas, destacándose el derrumbe del 33,6 % en la fabricación de maquinaria y equipo, pero también fuertes retrocesos en sectores de peso, como el de alimentos y bebidas (-4,2 %), la siderurgia (-21,1 %) y el refino de petróleo (-1,4 %).

El sector automotor, uno de los de mayor peso en la industria argentina, retrocedió 12,4 % en el primer bimestre, con terminales afectadas por una menor demanda y la falta de componentes por los problemas para importar que persisten en Argentina, lo que ha obligado a suspensiones de producción en algunas plantas.

El año pasado, la industria argentina acumuló una caída del 1,8 %, en contraste con la mejora del 4,2 % registrada en 2022.

Para 2024, consultores privados esperan que la contracción del sector manufacturero se mantenga en buena parte del año, con la posibilidad de que, si la economía logra encaminarse hacia la estabilización, repunte hacia el último tramo del año.

«No esperamos que la situación mejore en el corto plazo, producto de la súbita caída que está mostrando el consumo. En la medida en que se aprecie alguna mejora en el ingreso de las familias, junto con una desaceleración inflacionaria, podríamos comenzar a ver un cambio de tendencia en la industria, pero no esperamos que esto suceda en los próximos meses», apuntó la consultora Orlando Ferreres en un informe. EFE

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