Asunción, 9 jun (EFE).- La criptominería es una «manera inteligente de monetizar» la energía que Paraguay no consume de la producción de las hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá, que el país comparte con Brasil y Argentina, destacó este domingo el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez.
Además, consideró «una goleada» de Paraguay el acuerdo alcanzado con Brasil en mayo pasado, que estableció en 19,28 dólares por kilovatio mes la tarifa que los brasileños pagarán por la energía de Itaipú entre 2024 y 2026.
«La criptominería no es una política industrial; la criptominería es una manera inteligente de monetizar la situación que hoy nos toca», ilustró el funcionario en una entrevista con la Radio Ñandutí.
Giménez explicó que el país tiene «una situación que es real y concreta»: «Utilizamos el 45 % de la energía que nos corresponde a nosotros», afirmó.
«Tenemos energía que nos sobra y queremos que venga esa industria que desarrolle mano de obra y que dé empleo y que dé desarrollo, pero, mientras tanto, la criptominería no deja de ser una buena opción», agregó el titular de Industria y Comercio, quien argumentó que esta actividad «paga más».
En ese contexto, explicó que la criptominería paga en torno a 40 dólares el megavatio y «a Brasil esa energía excedente se le está vendiendo por 12» dólares.
Giménez admitió que si bien el criptominado no es una industria «de puestos de trabajo», tampoco «lo es la exportación del excedente de energía a Brasil».
«Y pagando 4,5 veces más, es una manera inteligente de monetizar en el corto plazo», insistió, al ratificar que el Gobierno del presidente Santiago Peña apunta a que vengan al país «otras industrias».
Por otra parte, defendió el acuerdo logrado en mayo pasado por brasileños y paraguayos que permitió elevar de 16,71 dólares a 19,28 dólares por kilovatio al mes el costo de la energía cedida al vecino país.
En agosto de 2022, durante la Administración del entonces presidente Mario Abdo Benítez (2018-2023), los dos países pactaron pasar la tarifa de 22,60 a 20,75 dólares por kilovatio, en la primera decisión de ese tipo desde 2009.
Y en abril del año pasado, la establecieron en 16,71 dólares por kilovatio mes.
«Cuando el Gobierno de Mario Abdo Benítez bajó la tarifa de 22 a 16, perdimos 500 millones de dólares», se quejó Giménez, quien hace parte del equipo designado por Peña para las negociaciones con Brasil.
En ese contexto, defendió la tarifa convenida recientemente, al indicar que el costo de producir la energía ronda los 10 dólares, mientras se está cobrando a 19 dólares a Brasil.
«Paraguay consiguió que Brasil, la octava economía del mundo, que Brasil acepte las condiciones de Paraguay, que es producir a 10 dólares y cobrar 19 y ellos aceptaron», agregó el ministro, para quien se trata, «en todo caso», de una «goleada» de su país. EFE