Los países emergentes vuelven a estar de moda, gracias a la Fed

El dinero está regresando a los mercados emergentes, América Latina incluida, conforme las bajas tasas de interés en Estados Unidos llevan a los inversionistas globales a tratar de apuntalar sus retornos antes de fin de año. Las bolsas se han vuelto a disparar y las empresas aprovechan el momento para financiarse.

Los inversionistas están dispuestos a asumir mayores riesgos con tal de obtener retornos más jugosos. Compraron, por ejemplo, US$1.800 millones en acciones de bancos chinos en Hong Kong en las últimas dos semanas y han impulsado un alza de 80% en la Bolsa de Buenos Aires desde julio. Brasil colocó US$3.250 millones en deuda, su mayor oferta denominada en dólares de la historia, y Pakistán anunció el lunes que planea su primera emisión internacional de bonos en seis años.

La racha alcista otorga a los inversionistas que son evaluados por su desempeño anual una oportunidad para recuperar el terreno perdido en un año en que el rendimiento de los mercados emergentes ha sido decepcionante. En todo caso, el actual flujo de capitales no tiene la misma escala de comienzos del año y no todos los mercados emergentes se están beneficiando.

El entusiasmo proviene de las señales de que la Reserva Federal de Estados Unidos mantendrá intacto su programa de compras de bonos de US$85.000 millones al mes. El plan ha mantenido bajas las tasas de interés de los valores más seguros y aumentado el atractivo de los mercados emergentes para los grandes inversionistas institucionales que buscan retornos más altos.

Este entorno está proporcionando una última oportunidad para que tanto empresas como gobiernos acudan al mercado antes de que las tasas de interés empiecen a subir, lo que podría ocurrir en 2014, según las previsiones. El fenómeno también marca un cambio de tendencia frente al trimestre pasado, cuando las preocupaciones de que la Fed reduciría su estímulo desataron una venta generalizada de los activos emergentes.

«La preocupación y el pánico sobre la reducción (de la Fed) probablemente fue exagerada», indicó Pierre-Yves Bareau, director jefe de inversión en deuda de mercados emergentes de J.P. Morgan Asset Management, que gestiona US$1,5 billones (millones de millones) en activos a nivel global. «Los mercados han vuelto a una postura más racional».

Bareau informó que su firma invirtió en una amplia gama de activos en los mercados emergentes tras la reciente venta generalizada, como deuda soberana a mayor plazo y divisas. Añadió que ahora está aumentando su exposición a bonos de empresas, en desmedro de las monedas.

Las empresas de los mercados emergentes han vendido unos US$71.000 millones en bonos desde junio y acumulan un total de US$236.000 millones en lo que va del año, casi un tercio más que a estas alturas de 2012, según Dealogic.

Las compañías tratan de cerrar las transacciones antes de mediados de diciembre, cuando los banqueros normalmente empiezan a salir de vacaciones y el mercado de nuevas emisiones pierde fuerza. La ola de acuerdos tiene semejanzas con lo que ocurre en EE.UU., donde los inversionistas se están abalanzando sobre las salidas a bolsa.

América Latina ha sido tierra fértil para los inversionistas en busca de precios de liquidación, después de que los rendimientos promedio de los bonos corporativos de la región ascendieron a casi 7% durante la ola de ventas.

«Cuando el mercado comenzó a repuntar, la mayor parte del valor ha estado en América Latina», apuntó Zara Kazaryan, una gestora de fondos de renta fija de Threadneedle Investments en Londres, que gestiona activos del orden de los 84.900 millones de libras esterlinas, unos US$136.200 millones.

Kazaryan afirmó que su fondo intentará aumentar sus posiciones en la deuda de empresas latinoamericanas este año, y también considerará comprar bonos de alto rendimiento de los mercados emergentes. El repunte de los bonos de los mercados emergentes seguirá adelante, subrayó, siempre y cuando no suban los rendimientos de la deuda del Tesoro de EE.UU.

Buena parte de la ola de ofertas de bonos y acciones es producto de la abundancia de efectivo en el mercado. J.P. Morgan Chase JPM +0.29% & Co. estima que hay US$66 billones circulando por el sistema financiero, una cifra récord y un alza de 4,6% desde comienzos de año.

La volatilidad, un barómetro clave de la actitud de los inversionistas con respecto al riesgo, ha caído tanto en divisas como en acciones, un cambio que ha motivado a los inversionistas a comprar sin temor a que se produzcan fluctuaciones drásticas en los precios.

Los gestores de fondos, sin embargo, dicen que estarán mejor preparados para cuando la Fed comience a reducir las compras de bonos.

Fuente: The Wall Street Journal.

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