Royal Bank of Scotland (RBS) ganó de enero a marzo 1.200 millones de libras esterlinas (unos 1.460 millones de euros), lo que supone triplicar las ganancias del mismo periodo del año anterior.
El banco nacionalizado batió las previsiones de consenso de los analistas, gracias al control de costes y la caída de las provisiones por insolvencias. RBS, que pertenece en un 81% al Estado británico, ha especificado que sus ingresos totales bajaron ligeramente en el primer trimestre, hasta los 5.053 millones de libras, el 2% menos en la comparación interanual.
El consejero delegado del banco, Ross McEwan, ha afirmado que los resultados de este trimestre demuestran que RBS, una vez alcanzado su punto de equilibrio, es una entidad que puede trabajar bien tanto para sus clientes, como para sus accionistas. No obstante, el banquero, que asumió el cargo el pasado octubre y ha puesto en marcha la creación de un banco malo interno a la entidad, ha matizado que el trabajo que queda por delante todavía es mucho.
Una de las claves de los resultados ha sido la fuerte caída de las dotaciones para insolvencias que han bajado hasta los 362 millones de libras esterlinas, frente a los más de mil millones del mismo periodo de 2013. Los buenos resultados trimestrales están siendo premiados por el mercado: las acciones de RBS subían más de un 10% en la apertura de la Bolsa de Londres.
RBS fue rescatado en 2008 por Londres, que le inyectó ayudas públicas por 45.000 millones de libras.
Fuente: Expansión
