Ya es oficial: en mayo arrancarán las obras del nuevo Santiago Bernabéu. Así lo anunció Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, junto a Manuela Carmena, alcaldesa de la capital de España, en el palco de honor del actual coliseo blanco.
Crédito: Estela S. Mazo. Madrid, España – RIPE.
Se trata de una remodelación que se espera concluir en 2022 y cuyo presupuesto asciende a 525 millones de euros, importe que el equipo estaría negociando en los mercados financieros, tanto en EEUU como con entidades españolas, si bien no comenta nada de forma oficial. Sí se sabe que el programa de financiación de las obras se firmará la próxima semana.
Este mes también se sabrá quién estará a cargo del macro proyecto -una de las mayores obras del año en España por presupuesto-, por el que han pujado Acciona, FCC, Ferrovial y Sanjosé.
Con esas incógnitas, el Madrid arranca los planes diseñados por el UTE (Unión Temporal de Empresas) que ganó en 2014 el proyecto arquitectónico. Encabezado por el alemán GMP Architekten y del que forman parte el también L35 y Ribas & Ribas, el esquema es prácticamente el mismo que el que plantearon estos estudios en 2012 (cuando se convocó el concurso) en términos de imagen.
Ese diseño pasa por otros 12 metros de altura para construir una cubierta retráctil (de un total de 15 metros), con una singular piel envolvente de acero, que dotará de una imagen vanguardista y totalmente renovada al Bernabéu.
Se creará un gran lobby de acceso, frente a las 57 puertas actuales sin ninguna entrada formal. Una nueva arquitectura que da cara pública a un edificio que convive dentro de la ciudad, no como sucede en la mayor parte de estadios, que están en las afueras. Y como tal icono, los arquitectos han perseguido que el Bernabéu sea reconocido a nivel mundial a un simple golpe de vista, como sucede con la Torre Eiffel, que se reconoce al instante sin visualizarla de forma completa. O, lo que es lo mismo: que uno se recomponga la imagen con una sola parte, pese a que esa imagen es cambiante según la persona se mueve con la idea de expresar el movimiento.
Es un nuevo rostro compatible, como inciden desde todas las partes implicadas, con mejoras para el barrio, tanto en las aceras como en la reordenación de actividades que generan desorden de cara al barrio, como las cámaras de televisión, con aparcamiento especial. Es, por tanto, transformación del entorno urbano con más de 25.000 m² de nuevos espacios públicos, con un nuevo espacio en el Paseo de la Castellana, un parque en la esquina de Padre Damián, una nueva gran plaza central y con la peatonalización de la calle de Rafael Salgado.
Esto se combina con espacios interiores que incluyen una nueva zona de eSports, un nuevo museo más amplio (digital y analógico) y una ampliación de toda la «zona de apoyo» al hospitality, como restaurantes o áreas de estancia.