En la foto: Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal.
El Banco Central de Estados Unidos mantuvo las tasas de interés estables el miércoles, pero apuntó a posibles bajas durante el año de hasta medio punto porcentual, para responder a una creciente incertidumbre económica y una reducción de las expectativas de inflación.
Crédito: Diario Expansión, España – RIPE.
La Reserva Federal ha mantenido los tipos de interés en el rango de entre el 2,25% y el 2,5% en el que permanecen desde el pasado diciembre. Sin embargo, su comunicado tras la reunión de dos días que ha concluido hoy ha cambiado significativamente, adelantando un más que posible recorte de los tipos a corto plazo.
La Fed ha retirado el mensaje de que será «paciente» antes de aplicar nuevos movimientos en las tasas, ha asegurado que «las incertidumbres han aumentado» y ha reconocido que la actividad económica crece solo de manera «moderada». Además, por primera vez desde que Jerome Powell asumió la presidencia del Banco Central a comienzos del año pasado de manos de Janet Yellen, la decisión de mantener las tasas no ha sido acordada por unanimidad. James Bullard, responsable de la Fed en San Luis, defendía un recorte de las tasas de un cuarto de puntos.
DIVISIÓN EN EL BANCO CENTRAL
Las previsiones sobre la evolución de los tipos de interés reveladas tras la reunión reflejan la profunda división que vive la Reserva Federal. Siete de los diecisiete miembros que forman parte del organismo que decide la política monetaria (FMOC, por sus siglas en inglés) consideran apropiado un recorte de los tipos de interés de medio punto porcentual en 2019, otro contempla un recorte de las tasas de un cuarto de punto, ocho no contemplan cambios de ningún tipo y uno de ellos anticipa una subida. En marzo, antes de que se recrudecieran la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ningún miembro de la Reserva Federal anticipaba recortes en los tipos en 2019.
La Fed mantiene sus cálculos de que el PIB de Estados Unidos subirá entorno al 2% tanto este año como el que viene y prevé, incluso, que la tasa de paro baje más de lo previsto, hasta situarse en el 3,6% en 2019 y el 3,7% el siguiente ejercicio. Sin embargo, la inflación permanecerá estancada y la Reserva Federal predice que solo subirá el 1,5% en 2019, frente al 1,8% que calculaba en marzo, alejándose aún más del objetivo del 2% que persigue el banco central. En 2020, quedará en el 1,9%, también por debajo de las previsiones.
La necesidad de presionar al alza la inflación justificaría el recorte de los tipos, que sería el primero en más de una década. En el comunicado, la Fed también insiste que «actuará como sea apropiado» para sostener la expansión económica del país, el mismo mensaje que lanzó Powell hace dos semanas y que fue interpretado para el mercado como una señal clara de que la Reserva Federal baraja firmemente recortar tipos.
Todo dependerá de la evolución de la economía a medio plazo y de si las tensiones derivadas de la guerra comercial acaban disolviéndose. Las señales macroeconómicas son, de momento, confusas. La economía crece a buen ritmo y el mercado laboral permanece sólido, pero se generaron menos empleos de los previstos en mayo y la inversión empresarial sigue débil.
POWELL: «LA LEY ES CLARA Y TENGO LA INTENCIÓN DE CUMPLIR MI MANDATO DE 4 AÑOS»
La decisión de la Fed de mantener tipos aumenta la presión sobre Jerome Powell, al que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha criticado duramente. La Casa Blanca ha vuelto a plantearse recientemente su despido, pero los asesores lo han desaconsejado y no parece que Trump tenga autoridad para el cese. Powell ha dejado claro que él no tiene ninguna duda. «La ley es clara. Tengo un mandato de cuatro años y la intención de cumplirlo», aseguró.