Consejos para un buen uso del aguinaldo

El Ministerio de Industria y Comercio presentó a la opinión pública consejos para un buen uso del aguinaldo de cara a las compras por las fiestas de fin de año.

Para cualquier consulta, se pueden comunicar con Lic. Carlos J. Castro A., Dirección de Asuntos Económicos, dependiente de la Dirección General de Defensa del Consumidor a los teléfonos 616-3056/57.

El trabajo tiene como propósito fundamental promover la protección y defensa de los intereses económicos del consumidor y su derecho básico de estar informado, para poder darle el mejor destino a su Ingreso Extra del año.

Ha llegado la época del año en que recibimos nuestro aguinaldo, esa compensación proporcional a nuestro salario, establecida por Ley, por  nuestro esfuerzo y desempeño durante 12 meses.

Es un momento también para planear con cuidado el fin que le destinaremos a éste ingreso extra. La planeación es fundamental,  por lo que debemos analizar nuestras posibilidades y administrar nuestro aguinaldo para evitar la afamada y temida «cuesta de enero».

Al realizar la planeación de gastos de fin de año debemos jerarquizar nuestras necesidades a fin de dar prioridad a las cosas que nos resulten más relevantes a largo plazo.

Es importante reconocer y recordar que durante las fiestas de fin de año, estaremos expuestos a un sinnúmero de tentaciones de gastos, es por ello que conviene tomarse un tiempo para pensar cuáles de éstas son trascendentes y cuáles son prescindibles.

A continuación proponemos una lista modelo que ordena el destino de nuestro dinero de acuerdo con las necesidades más frecuentes:

1) Deudas. Es recomendable destinar parte de nuestro aguinaldo para liquidar nuestras deudas, si es que las tenemos, o bien reducirlas tanto como se pueda.

2) Gastos necesarios. En esta categoría pueden entrar obras de reparación o mantenimiento de nuestra casa o automóvil. También podemos incluir los gastos inevitables que vendrán en los próximos meses: Uniformes escolares, útiles, etc

3) Ahorro. Después de haber destinado nuestro aguinaldo para cubrir estas necesidades, podemos pensar también, si se tiene la posibilidad, en guardar una parte de nuestra gratificación anual en nuestro sistema de ahorro personal.

4) Satisfactores no preponderantes. Finalmente, una vez que hemos considerado los gastos más importantes que tendremos que hacer, podemos darnos gustos y lujos de acuerdo con nuestras posibilidades. En esta categoría entran los regalos de fin de año o los viajes de placer.

Comprar de forma inteligente

Planificar nuestros gastos no quiere decir restringirse por completo de cualquier gasto. Las fiestas nos invitan a compartir nuestros ingresos con nuestros seres queridos sin embargo, es recomendable considerar las siguientes medidas:

  • Comparar precios. Cuando nos dispongamos a comprar regalos como juguetes, ropa y calzado, lo mejor es pensar en el monto que destinaremos para cada cosa y ponernos un límite máximo de gasto por regalo. Es recomendable acudir a las tiendas con anticipación sin la intención de comprar en ese momento, sino con la finalidad de darse una idea de los precios y poder comparar lo que ofrecen distintos establecimientos.
  • Solicitar comprobantes. Otra medida importante que debemos recordar al hacer nuestras compras de fin de año es solicitar recibos, facturas o garantías (según sea el caso) de nuestras adquisiciones, esto con la finalidad de estar seguros de que el producto que compramos está respaldado en caso de cualquier desperfecto.
  • Utilizar las tarjetas de crédito estratégicamente. Cuando decidamos realizar nuestras compras pagando con tarjeta de crédito hay que estar atentos de aprovechar descuentos y promociones a meses sin intereses, además de ser cuidadosos de no excedernos, de suerte que nuestros gastos no sobrepasen nuestras posibilidades de pago, y aprovechar las ventajas de éste medio de pago.  Es importante recordar que no debe tener ningún recargo de los precios fjados por la utilización de este medio de pago.

Los propósitos de año comienzan hoy.

Aunque tradicionalmente es en enero cuando nos disponemos a pensar en nuestros buenos deseos y propósitos para el año que empieza, resulta más útil comenzar desde ahora y administrar nuestro aguinaldo en función de éstos. Mientras mejor administremos nuestros recursos, mayor tranquilidad tendremos durante las fiestas que se avecinan y los meses que les siguen.

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